miércoles, 24 de agosto de 2011

Crítica al World of Warcraft.

Buenas tardes caballeros y señoritas.

Después de muchos años jugando al Lineage 2, decidí dejarlo por un tiempo para probar cosas nuevas, y desde hace un mes más o menos estoy jugando ocasionalmente al famoso World of Warcraft. Y la verdad es que no me ha hecho mucha falta jugar mucho tiempo ni subir muchos niveles para darme cuenta de un par de detalles que creo que merecen ser criticados:

-Exalta la educación privada: En el L2 las habilidades y magias que puedes ir aprendiendo a medida que subes de nivel se desbloquean gastando puntos de habilidad, que se obtienen junto con los puntos de experiencia matando mobs (bichos de "la máquina", vaya) o con algunas quest, dependiendo de la recompensa. En WoW, para aprender las nuevas habilidades, ya sean de clase o de profesión, tienes que desembolsar una cantidad de dinero que no es poco precisamente. Este hecho me lleva a pensar que los desarrolladores plasman su idea de fomentar la educación privada en detrimento de la pública, y el que no tenga dinero, que se joda y no aprenda.

-Hace apología del racismo: Sí amigos. Mientras que en el Lineage 2 un elfo oscuro y otro de luz pueden ir cogidos de la mano recogiendo flores por el campo, y hay muchísimas razones para que dos o más clanes o alianzas entren en guerra y se lien a mamporros, en WoW tu bando lo elige la raza de tu personaje, y quitando los duelos, sólo puedes matar jugadores del bando contrario, es decir, sólo por su raza.

Y creo que por ahora eso es todo. Por supuesto, no todo en el World of Warcraft es malo. Como puntos positivos destacaré la posibilidad de emborracharse, hacer cortes de manga al personal y que el pj puede contar chistes. Si queréis saber algo más mejor que lo descubráis por vosotros/as mismos/as.

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