martes, 8 de diciembre de 2009

Parejas

El verano siempre ha sido mi época del año favorita: cuando era niño, era la época de las vacaciones, el buen tiempo, ir a la playa y jugar durante todo el día con tus amigos; al inicio de mi edad adulta ha sido la época en la que he trabajado, siendo independiente (pero poco), y el jugar todo el día con los amigos se convierte en beber toda la noche con los susodichos; ahora, la razón de que el verano sea mi época del año favorita es que es cuando más divorcios se producen. No es que me divierta la desgracia ajena (para eso existen los videos de idiotas en youtube), sino que, haga lo que haga, vaya donde vaya, en todas partes topo con la típica pareja pastelosa. Voy a comprar los billetes de tren y ahí están, en la cola, mostrando a todo el mundo lo mucho que se quieren; me monto en el tren y otra pareja de las mismas características se sienta en frente; abro el tuenti o el facebook y veo estados tipo “Te QuIeRo MusHo Mi VidA (L)” o fotos principales dándose el lote con la pareja.

Esto es un llamamiento tanto para concienciar a las parejas del daño que hacen sus dulces actos como para las personas que, como yo, somos diabéticos sentimentales, sea por la razón que sea, y tenemos que tragarnos las muestras de afecto de los novios:

A estas alturas, todos deberíamos saber ya que no hay nada que haga a una persona más feliz que el amor. No hay nada más excitante (emocionalmente quiero decir (bueno, y sexualmente también)) que compartir tu tiempo con esa media naranja por la que sientes esa cosa taaaaan especial. Y está muy bien que hagais procesión de vuestro amor y que os demostréis el uno al otro cuanto os queréis, ya que eso os hace escalar a ambos a la cumbre de la montaña de la felicidad. Pero recordad que, aunque para vosotros es de vital importancia demostrar a la otra persona vuestro cariño, al resto del mundo nos la pela (cosa que ya hacemos bastante ya de por sí) lo mucho que os amáis el uno al otro. Si yo cogiese una pizza familiar del telepizza, o un bocadillo de medio metro y me pusiese a cenar delante de un indigente, degustando cada bocado con paciencia, y sin ofrecerle ni un solo bocado a ese indigente, vosotros seguramente pensaríais “Que mala persona, el pobre vagabundo esmayado y el cabrón con lo gordo que está no le ha dado ni un trozo”, ¿verdad?. Pues eso mismo es lo que vosotros hacéis al endulzar vuestras vidas de forma tan exagerada en público. Saturais nuestra dieta de la vida de carbohidratos poniendo tanta azúcar en la vuestra.

Y ya que estamos hablando de comida, recordad que cuanto más se come, más se caga después. Ahí queda eso.

1 comentario:

  1. jajajaja xDD
    estoy de acuerdo contigo en todo eso

    Y... muy original la ultima frase xD

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